El tribunal de apelaciones rechaza la inmunidad de Trump por su intento de amañar las elecciones | Internacional
Donald Trump no es inmune legalmente por los actos cometidos durante su presidencia. Esa es la decisión unánime de las tres juezas del Tribunal de Apelaciones de Washington ante el que el expresidente había recurrido una decisión en el mismo sentido de la jueza Tanya Chutkan, encargada del caso de Washington por los intentos de Trump de alterar los resultados de las elecciones de 2020, que perdió contra Joe Biden. El expresidente, que está imputado en ese caso por cuatro delitos, aún puede recurrir al pleno del Tribunal de Apelaciones y, más adelante, ante el Supremo, que tendría la última palabra.
“A efectos de este caso penal, el expresidente Trump se ha convertido en el ciudadano Trump, con todas las defensas de cualquier otro acusado penal. Pero cualquier inmunidad ejecutiva que pudiera haberle protegido mientras ejercía como presidente ya no le protege contra esta acusación”, dice la sentencia de 57 páginas de las tres juezas.
En la vista ante el Tribunal de Apelaciones, a la que voluntariamente asistió Trump, su abogado llegó a defender que, a menos que el propio Congreso le condenase, el presidente debía gozar de inmunidad ante los tribunales para toda clase de delitos cometidos durante el ejercicio de su cargo. Incluso, si ordenaba a un comando especial asesinar a un rival político.
Hay un relativo consenso jurídico sobre la inmunidad de los presidentes en ejercicio, pero Trump planteó la inmunidad de los expresidentes por acciones relacionadas con el ejercicio de su cargo, a menos que primero hayan sido sometidos a un proceso político (impeachment) y condenados. Trump fue absuelto por el Senado de incitar a la insurrección del 6 de enero de 2021 y sus abogados consideran que se le está acusando dos veces por los mismos hechos. Nunca hasta Trump un expresidente había sido imputado, así que no hay precedentes al respecto.
A pesar de que el recurso del expresidente ha sido rechazado, sus abogados han conseguido de momento ganar tiempo. La jueza Chutkan ha aplazado indefinidamente el juicio, que estaba agendado para el 4 de marzo. Era la primera fecha en la que el expresidente iba a sentarse en el banquillo de los acusados en un caso penal de los cuatro en los que está imputado por un total de 91 delitos.
La jueza Chutkan ya rechazó en primera instancia archivar el caso por inmunidad en un duro auto en el que dijo que ser presidente “no confiere un salvoconducto de por vida para salir de la cárcel”. Los abogados de Trump recurrieron ante el Tribunal de Apelaciones de Washington, que es el que ahora rechaza su recurso. Normalmente, un recurso no paraliza la tramitación de un caso, pero en este caso sí lo hizo, porque lo que está en juego es la esencia misma de si el expresidente puede ser o no acusado y juzgado.
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El fiscal especial Jack Smith pidió al Tribunal Supremo que tomase cartas en el asunto para ganar tiempo, pero los magistrados prefirieron que el caso siguiese su tramitación. Trump aún puede acudir al pleno del tribunal de Apelaciones y si perdiese, apelar al Supremo, que previsiblemente aceptará el caso y tendrá que fijar una fecha para la vista oral. Todo eso retrasa el proceso.
Chutkan había fijado como fecha para el inicio del juicio el 4 de marzo de 2024, víspera del Supermartes, el día en que se eligen más delegados en las elecciones primarias para la presidencia. En el pliego de cargos de este caso, que supuso la tercera imputación de Trump, el fiscal lo acusa de cuatro delitos: conspiración para defraudar al Gobierno estadounidense, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción o intento de obstrucción de un procedimiento oficial y conspiración para violar derechos civiles. Trump sostiene que le robaron las elecciones, pero el fiscal no lo acusa por ese gran bulo sin fundamento, sino por sus actos para alterar el resultado e impedir la certificación de la victoria de Joe Biden.
Trump está tratando de retrasar sus casos penales mientras que el fiscal quiere sentarle en el banquillo ante un jurado antes de las elecciones de noviembre. Si Trump sale elegido mientras el caso está pendiente, podría ordenar al Departamento de Justicia que lo abandonase o tratar de autoconcederse un indulto.
El retraso del juicio de Washington deja la pista libre para el de su primera imputación, por las falsedades mercantiles en los pagos para ocultar escándalos en la campaña de las presidenciales de 2016 (uno de ellos a la actriz porno Stormy Daniels, para silenciar una supuesta aventura extramatrimonial).
Este está programado en principio ante un tribunal del Estado de Nueva York, durante cinco semanas a partir del 25 de marzo de 2024. Chutkan había hablado con el juez neoyorquino para avisarle de que quizá hiciese falta posponerlo si empezaba el juicio de Washington, pero ese ya no es el caso. Trump deberá volver a ese tribunal neoyorquino el 15 de febrero para una vista preliminar en la que se espera que se concreten los últimos detalles. Todo apunta a que el caso comenzará a tiempo. Los abogados de Trump y los fiscales han estado discutiendo los procedimientos de selección del jurado con el juez y a algunos testigos se les ha dicho que estén listos para declarar.
[Noticia de última hora. Habrá actualización en breve]
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